Como humano, soy imprudente... Traté de aprender, de crecer y de entregarme a muchos sentimientos. El humano creció con hambre de adaptarse y pertenecer. Creo que, mientras navego en las aguas tormentosas de mi mente, me di cuenta que no puedo crear caos estando en el mismo estado mental todo el tiempo. Me volví adicto a lastimarme, a destrozar mi dignidad forzándome a sentir, a pertenecer en un mundo donde todo fue a la fuerza, donde me sentía un fracaso y un soldado de plomo que solo esperaba tirarse de un tiro hacia el bote de basura más cercano. Comencé a sentirme una basura por no cumplir con las expectativas del universo. Hace unos días todo comenzó a cambiar cuando me di cuenta de lo que realmente necesito; y un gran sentimiento llegó a mi: el miedo. La vida me ha demostrado que soy ese ser donde la condena de su actuación pasada llega inmediatamente. A pesar del sufrimiento pasado, sentía que debía ser aún más castigado, a pesar de mi actuar con pureza. Castigame, vida. Porque