Sin cara – Pensamientos de última hora.
Intenté escribir una canción al
respecto y, recordé de repente que cuando intento escribir sobre algo que me
tiene cansado, es porque debo dejarlo ir. ¿Cuesta? ¡Por supuesto!
Es la primera vez que no comparo
mis sentimientos con fenómenos del agua, la primera vez que lo hice fue aquella
gran tormenta donde vi lo maravillosa que es la muerte. Casualmente, fue la
primera vez que la vi tan de cerca que me obsesioné con ella. Cada vez que
pienso en ti, no me incomoda que mañana sea mi último día. Tal vez, en unos
años, regrese y me carcajee enormemente por lo mucho que te deseé en mis 18s, 19s,
20s, 21s, 22s y ahora 23 años.
Hoy, sin embargo, lo que me trae
de vuelta a esta computadora es lo desesperado que me siento por un cambio. Estudié
teatro para ser Select Ishtar; después Antropología para tener un fondo
interesante en Select Ishtar; después Coreano y Japonés, así como el perfeccionamiento
de mi inglés para poder llevarte a cualquier frontera. Todo lo dejé porque
jamás me sentía satisfecho.
Así que decidí irme por el camino
rápido: el dinero. Pensé que si podía juntar un poco podría irme a cualquier
lugar que yo quisiera y empezar de nuevo sin los fracasos que mi vida ha tenido
desde que cumplí 18. Mi computadora se descompuso y, con ella, The Flying
Monarch. Me ascendieron y así logré más dinero, pero… ¿me ha hecho feliz?
Creo que mi exigencia por ser el
mejor, por tenerlo perfecto todo me ha dejado sin cara, me ha convertido en lo
que conozco que triunfaría y, me hago creer que haciéndolo en el nivel de
exigencia que acostumbré sería suficiente para representarme.
Hace casi un año escribí “I do things”,
una canción que me canto todos los días: “Hago cosas para impactar que podrían
ser perjudiciales, pero en mi manera de justificarlo digo que lo hago por amor”.
No sé si trabajo, me estreso, me exijo por amor honestamente. No sé qué hacer,
no sé cuál será mi siguiente paso y eso es nuevo para mi porque me siento
perdido.
Y es muy difícil pensarme
perdido, si hubiera sabido que a los 23 me sentiría así de perdido realmente me
mataría. Hay tiempos para todo y todos, mi tiempo no ha llegado, no sé qué
hacer o qué seguir haciendo para convertirme en la estrella que todos ven en mí.
Aquel pavo real que, se suponía, solamente debía abrir sus alas y la gente lo
vería. Ya no sé qué hacer para perseguir mi felicidad. ¿Debería entrevistarme
para un nuevo trabajo, conseguirlo, ser el mejor y, después, abandonarlo porque
no fue suficiente? ¿Cuándo será suficiente? ¿Cuándo podré ver en mi vida esa
luz que me haga ser YO y no EL MEJOR?
Hace ya muchos meses que no
escribo pensamientos, ¡que no escribo! Llevo meses sin escribir historias,
canciones, sin mejorar mi inglés, mi japonés, mi coreano, mi baile, mi
maquillaje, mi drag, mi visión, sin estudiar, sin leer, sin aprender algo
nuevo. ¿Quién soy estando estacado? ¿Para qué sigo existiendo? Porque parece
que, desde marzo, lo único que he hecho es existir para trabajar, pero mi meta
no es ser el mejor en un trabajo que tenía planeado dejar este puto año. Yo ya
no soy yo, me he abandonado y ahora no tengo rostro.
Regresé a mis textos viejos. “La
Vaquita” me recordó cuando abandoné la escuela de Antropología, el único lugar
donde se preocuparon por mi salud mental, para terminar una universidad que ni
pude por la depresión y hostilidad. Soy un ignorante e iletrado con mucho
talento, que intentó resguardarse en su ilusoria sabiduría para tomar
decisiones sin un apoyo psicológico.
Así que ahora debo asumir mis
fallas y pelear con las consecuencias. Ya no tengo, definitivamente, el privilegio
de que sea fácil y está bien. Era feliz cuando destinaba tiempo a mí; cuando
bailaba y escribía en los camiones y llegaba a mi casa a las 10 pm y me
despertaba a las 5am. Soy un ser lleno de un potencial increíble, pero este se
ha ido a personas más inteligentes que yo que usan esto para beneficiarse
unicamente a ellos.
Así es el mundo, mañana saldré de
ese lugar y entraré a otro igual. Quiero volver a tener rostro, por favor, Select,
quiero volver a tener rostro.
Comentarios
Publicar un comentario