Mi historia con los ojos cerrados cap I

 Mi historia con los ojos cerrados

1. efecto dominó
Escucho la brisa del mar. Si, la escucho; y es como si mi corazón estuviera a punto de tirarse al mar; sé que no puedo, pero, aún así me gustaría intentarlo. Cuando era pequeña, mi abuelo me decía que, mientras otros niños tiraban sus corcholatas apostando, yo me moría de miedo de perder una de ellas.
Siempre tuve miedo de perder mis corcholatas porque imaginaba lo brillantes que debían ser. Una corcholata es una corcholata al final del día, ¿verdad? Me rehuso a creer que el lugar al que pertenecen es a la basura y que solo sirven para tapar una botella de vidrio.
Por cierto, ¡qué bello debería ser vivir dentro de una botella así, un mundo donde una corcholata me proteja.
Oops, creo que olvidé presentarme, mi nombre es Kiri, nací siendo Kiro y mi madre pensó que era una niña dentro de su vientre. Mi padre estaba emocionado porque naciera un hijo varón que practicara fútbol americano con él y, debo admitir que, las hombreras me emocionaban.
¿En qué estaba? ¡oh si! La botella donde me encuentro está llena de agua de mar, llena de ilusiones y sueños que suenan como si fueran delfines. ¿Sabías que los delfines alejan a los tiburones? Es una lástima que no pueda medir la distancia de cada uno de sus ojos, al parecer la naturaleza realmente dispone de lugares perfectos para la sobrevivencia de la especie. ¿Cuál será el lugar perfecto donde yo sobreviva? ¿Será dentro de la botella? ¿O será en este bello mar de donde solo puedo escuchar las olas y sentir las conchas de mar cortándo las plantas de mis pies?
Creo que soy yo la que está pensando demasiado las cosas. Esta brisa es perfecta para nadar y llegar al otro lado del mundo. ¡Imagínate si encuentro los restos del titanic o a Atlantis! !vaya! ¡Realmente sería hermoso!
Mi abuelo solía decirme que las olas de mar tienen un efecto parecido a un juego del hombre, un juego que yo solía jugar sin pensar y jamás pensé en por qué se tardaban tanto en colocar una ficha, son puntos y cuadrados, en este mundo solo somos fichas. Yo estoy esperando que la última ficha caiga sobre mi para terminar con este efecto dominó.