Alquimia de almas: Muñeca Inflable

 

Alquimia de Almas
Muñeca inflable

Soy solo un rastro, un baño público en esta vida.

Es realmente difícil entender el sexo, se vuelve aún más complicado cuando te enamoras y cuando "hacer el amor" se vuelve algo real con tu alma y espíritu.

Para una persona que se ha considerado asexual toda su vida, realmente no entiendo muy bien el intercambio enérgico que conlleva el sostener una relación sexual, pero sé que la atracción y el deseo son un pilar inamovible en las relaciones sentimentales y en los nexos de tipo "formal" que pueden existir en el mundo.

A mí realmente me gusta estar con personas que alimenten la bestia enérgica que tiene mi lívido y que despierten los instintos más bizarros y enfermos que mi mente tiene cada vez que se despierta.

He sido una muñeca inflable toda mi vida, decidí hace mucho tiempo que el hecho de sentirme deseado implicaba solo una cosa: que debía utilizarlo para conseguir lo que yo quería; y después de un tiempo entendí que mi alma y mi cuerpo fueron abusado por el deseo y por el no sentir. Pensaba que, al no sentir nada, se anularía cualquier efecto, cualquier tacto y cualquier beso que quisieran enfrentar hacia mi.

Solamente quería no existir, me importaba que mi imagen se anulara y que la gente me observara como más que un deseo, que una persona que quisieran tener; al final del día, el niño bueno seguiría existiendo, pues cualquier acto que quisieran cometer, se anularía por la pureza de mi alma y lo impenetrable de mis emociones.

Pero, a veces, el no sentir destruye. Y yo me di cuenta en cuanto me enamoré...

Si bien es cierto que puedes escuchar el sonido del mar cuando recuestas tus sentidos en el pecho del ser amado, jamás pensé que lo sentiría con alguien que solamente quería alejarse de mi.

A pesar de que fue efímero, sentí el amor, sentí el deseo y, después de haber ganado tal premio, la misma vida me lo quitó, devolviendo mi cuerpo al mismo estado plástico en el que había estado por más de veinte años.

Desde ese momento entendí que no existo para otros. Pero también te extraño todos los días.

Todos los días.

¿Será parte de la alquimia?