PRIVATE GIRL - STARDUST CANYON
PRIVATE GIRL CAPÍTULO V: STARDUST CANYON Dylan, en realidad, tiene 23 años. Su apariencia torpe y descuidada se debe a la agitada y ocupada transición que sacudió su tranquila rutina: despertarse a las seis de la mañana, hacer ejercicio hasta las nueve, trabajar de diez a seis de la tarde en la tienda de su madre, preparar su comida para el día siguiente y una hora de ver su serie favorita. —Tengo dos boletos para el festival de verano. «Nunca he ido a un concierto. —Pensó Dylan—. ¿No se supone que el sábado es mi día libre?». —No me hagas esa cara, Dylan, tiene 23 años que no te das un día libre. Además, ya hay alguien atendiendo la tienda de tu madre, ¿no? Sí, ya había alguien que atendiera la tienda de su madre, pero dejar la comodidad de su casa y su distancia conveniente al gimnasio era algo que le conflictuaba de manera incesante. Su amigo quería sacarlo de su casa, su rutina, su tragedia y ver qué podría pasar con su vida. —No puedes estar encerrado tanto, herma...