PRIVATE GIRL - STARDUST CANYON
PRIVATE GIRL
CAPÍTULO V: STARDUST CANYON
Dylan, en realidad, tiene 23 años. Su apariencia torpe y descuidada se debe a la agitada y ocupada transición que sacudió su tranquila rutina: despertarse a las seis de la mañana, hacer ejercicio hasta las nueve, trabajar de diez a seis de la tarde en la tienda de su madre, preparar su comida para el día siguiente y una hora de ver su serie favorita.
—Tengo dos boletos para el festival de verano.
«Nunca he ido a un concierto. —Pensó Dylan—. ¿No se supone que el sábado es mi día libre?».
—No me hagas esa cara, Dylan, tiene 23 años que no te das un día libre. Además, ya hay alguien atendiendo la tienda de tu madre, ¿no?
Sí, ya había alguien que atendiera la tienda de su madre, pero dejar la comodidad de su casa y su distancia conveniente al gimnasio era algo que le conflictuaba de manera incesante. Su amigo quería sacarlo de su casa, su rutina, su tragedia y ver qué podría pasar con su vida.
—No puedes estar encerrado tanto, hermano.
Por un lado, Dylan pensaba que debía salir de la rutina y, por otro, disfrutaba demasiado estar en casa. La banda era algo que, en secreto, escuchaba mientras realizaba cardio, así que pensó que no sería una terrible idea.
—Bueno.
—¿Eso es un sí? —La respuesta positiva de su amigo le hizo sentir un gran alivio.
—A tí ni siquiera te gusta esa banda, no entiendo por qué compraste los boletos, si no…
—Por ella —. Su amigo no pensó dos veces en interrumpir su reclamo. Sacó a prisa su celular para enseñarle el video de una chica. Esta chica tenía el cabello sostenido en una coleta alta. Dos antenas platinadas salían de su frente y bailaban al ritmo de sus pies—. No hay manera de que pueda perderla, además, ella va a todos los conciertos de esta banda.
—Está guapa —dijo Dylan con aires de desinterés pero sin dejar de ver de lleno la pantalla. Es cierto que la chica parecía una popular porrista de serie juvenil, pero su encanto iba más allá de su apariencia. Dylan notó cómo los asistentes del concierto enfocaban sus flashes y lentes hacia ella, incluso más que a los vocalistas del concierto. Tenía un encanto, un brillo indescriptible.
—¿Guapa? Hermano, ella está más allá.
—Bueno, mientras yo canto las canciones, tú puedes ir a verla bailar.
Dylan pasó tres noches seguidas escuchando las canciones de la banda, no quería perderse ninguna letra. Estaba emocionado, no podía negarlo y, aunque en algunas ocasiones pasaba por su mente el video de la chica, no le interesaba mantenerse mucho tiempo imaginando a alguien que quizá no vería ese día.
«Esa chica realmente sabe disfrutar los conciertos —pensaba Dylan mientras intentaba dormir —. Debe sentirse muy bien tener un pretexto para bailar con esa energía».
Llegó el día del festival, Dylan salía del gimnasio cuando encontró a su amigo esperándolo fuera. Parecía enojado, bastante enojado. Colocó sus dos manos por encima de su boca haciendo una trompeta.
—¡Vamos tarde, señor deportista!
—Pero apenas son las diez de la mañana.
—Sí, y la fila comienza a las once. Así que si no tienes una pulsera que nos dé acceso VIP, no me vengas con estupideces, Dylan.
Su amigo, de nombre Garnt, lo tomó de la mano y lo llevó a bordo de su coche. No llevaba ropa, más allá de la deportiva y un suéter que llevaba por el clima de la mañana.
—Por lo menos déjame ir a un baño a peinarme o algo —. Garnt manejaba con la audacia y velocidad de un toro en corrida. Soltó una mano del volante, causándole el peor miedo por su vida que había experimentado en mucho tiempo. Con esa mano sacó un gel de peinar y se lo tiró en el torso a Dylan, quien se aferraba al cinturón de seguridad.
—Ahí hay gel y acá un espejo — dijo usando la misma mano con la que le dio el gel, ahora para bajar el espejo del coche.
—Estás loco, hermano.
—Sí, y tú te ves como si no hubieras dormido en una semana. ¿Emocionado? —La sonrisa burlona de Garnt a veces hacía enojar a Dylan. En esta ocasión, parecía que se trataba de telepatía. Con una amistad de 15 años, no puedes ocultar nada debajo de tus anteojos.
Cuz it ain’t so easy
To take back all the things that I’m missing
Pasaron seis horas de festival. Dylan estaba exhausto, no sabía qué lo mantenía más cansado: si el hacer acto de presencia o el mantener su lugar frente a las olas de personas y la insaciable sed de su amigo que provocaba interminables minutos en soledad, esperando su regreso del baño. Todas las personas se veían igual y notaba, de repente, grupos de personas bailando de manera agitada. En el momento que dieron las ocho, la gente se mantuvo estática, como si estuvieran en espera de que algo pasara.
—¡Puta madre! —.exclamó Garnt mientras observaba a la multitud de personas expectantes.
—¿Todo bien?
—Ya va a empezar la banda y me dieron ganas de hacer pipí —. Su voz demostraba un avanzado estado de ebriedad. Antes de que incluso Dylan le ofreciera acompañarlo, ya había salido de su vista. Su amigo solo salía así de rápido por dos cosas: mujeres y cerveza.
Soltó una carcajada y no pudo evitar sentir una ola enorme de gente moviéndose de manera agresiva.
«¡No otra vez!»
La gente no dejaba de moverse en círculos, de arriba hacia abajo. El tumulto era tanto que Dylan no podía reconocer la canción que tocaba su banda. El momento que tanto había esperado, todas las noches memorizando cada palabra, cada ritmo, todo perdido por el fanatismo de la gente.
«¡Dios mío! Esto se va a poner peor cuando comience “Stardust Canyon”. Creo que lo mejor será que me haga hacia atrás».
El pensamiento de dejar su lugar y la probabilidad de no volver a ver a Garnt lo dejó con las piernas heladas. Supuso que, para poder disfrutar el concierto, tendría que dejarse llevar por la energía de los asistentes y brincar y “disfrutar” de lo que sea que estuviera pasando alrededor suyo. El hacer esto solo provocó que sus piernas cansadas cedieran ante la fuerza de la gente; ya no sabía si estaba adelante, atrás, adentro o afuera.
A paso lento, aplicó la técnica que le enseñó su madre para caminar en lugares concurridos: “plántate en el piso e imagina que tienes dos bloques de piedra amarrados en los pies”. Hizo de todo por imaginarse una estatua anclada al piso, pero, en cuanto fue consciente de la realidad, ya había chocado contra una persona. Una chica de cabello lacio y rubio, vistiendo un crop top con el logo de la banda.
Beware of the nocturnal beast
It is calling you from hell (oh, no)
Something told me you gotta rest
From the want of driving this faster.
—¡Hola!
«¡Estúpido, debiste pedirle perdón —pensó—. ¿Hola?, ¿Es lo mejor que pudiste pensar? Lo mejor hubiera sido quedarse en casa y….!»
La chica con la que había chocado lo veía fijamente. En ese momento, sus piernas dejaron de sentirse como rocas y comenzaron a levitar. La mirada de la chica lo inspeccionaba minuciosamente y, ese minuto de lo que podría ser un silencio incómodo, se transformó en el momento más revitalizante que había pasado en todo el día. De la frente de ella brotaba sudor y su boca jadeaba por el aire.
«¿Estará cansada? —Al ver que la cara de la chica cambió a una de sorpresa, no pudo evitar pensar si había notado su falta de arreglo personal, su cansancio o ambas».
—¡Ay, perdón! No era mi intención quedarme viéndote así.
—Bueno, si me tuviera que acostumbrar a que me vieras de esa manera, debo admitir que no me costaría mucho trabajo.
«¿Qué carajos acabo de decir? —Las palabras se le soltaron como una desembocadura de río. En ese momento ya no era pensamiento, era acción. El cansancio, la sorpresa y el pasar del tiempo sacaron de Dylan las palabras y el volumen de voz que jamás pensó tener—. ¿Qué es lo que me está pasando?»
I need a solution
Give me your pain
Jump till your foot drain
All of yourself
They said: “shoot the star upon us
Find the answer your grandma prayed
It’s a sin to be, oh, a fun toss
It’s a risk to be wrapped again
I feel the scene is crazy with all the emotions we keep for ourselves
To find love is not hard as they said, focus on yourself
Shot me like a stardust canyon
Go big or go on fire
Answer to the call of love
I know you will get on board
When our eyes collide
I’ll be the one to say goodnight
When our hands reach out
You’ll be the one to say hello
I need a solution
Give me your pain
Jump till your foot drain
All of yourself
I’m drained with the daily duties
Freezing me as hard as I can’t breathe
I just need a holistic answer
To find my truth self, oh, again
I feel the scene is crazy with all the emotions we keep for ourselves
To find love is not hard as they said, focus on yourself
Shot me like a stardust canyon
Go big or go on fire
Answer to the call of love
I know you will get on board
When our eyes collide
I’ll be the one to say goodnight
When our hands reach out
You’ll be the one to say hello
Oh, the night is calling us
Let’s go somewhere else
Then, I'll be the one to
I’ll be the one to…
To say hello…
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