EL FIN - LA BALANZA BAJA.

EL FIN IV

INAUGURACIÓN BASE “TIERRA”. UN AÑO ANTES DEL FIN.

—El día de hoy pasará a la historia, hemos terminado las diez bases que protegerán a nuestra humanidad de la extinción.

El mensaje que quedó en todos los asistentes y trabajadores del gobierno mundial comenzó después de una gran guerra entre los Anti-Vida y los Inmortales. Sobrevivieron pocos de los aún poquísimos existentes. Fue suficiente con las muertes de ese día en Ámsterdam para que el gobierno se diera cuenta que algo masivo ocurriría. Después pasó lo de Troya y la extinción de los 13 Venerables. 10 de ellos murieron a causa de un virus extraño; tres siguen desaparecidos.

La desaparición de los tres restantes y la caída de la economía mundial debido a un virus de computadora, hicieron urgente la necesidad de crear refugios capaces de soportar a lo mejor de lo mejor, incluyendo venerables, inmortales y alguna especie “especial”. El gobierno ocultó a todo trabajador su inevitable muerte al terminar el proyecto y les vendió la idea de sobrevivir al apocalipsis.

A cada trabajador se le ofreció la oportunidad de adquirir una cita y un pase a la cápsula tierra donde tres de los veinte mil quinientos veintidós podrían ganar la oportunidad de tomar asilo en la base “Saturno”. Es innecesario decir que esa base está apartada a los 20 mejores contendientes del fin del mundo. Los demás tenían garantizado quedarse en la base “Luna”, un lugar un poco más pequeño pero igual eficiente para el fin; ninguno de los sobrantes veinte mil quinientos diecinueve se preguntaba cómo podrían caber en un espacio tan pequeño.

Las condiciones para trabajar eran simples: ser fértiles, no tener familia y tener ganas de contribuir al bienestar y salvación del mundo sin importar los riesgos de las construcciones. Los trabajadores cambiaban cada tres meses para evitar el conocimiento de la construcción de las bases, su trabajo era meramente constructivo; aquellas mentes maestras detrás de la creación se resumían en un genio anónimo.

—Es momento de anunciar a los tres afortunados a pasar a la base Saturno.

BASE “SATURNO”. EL DÍA DEL FIN.

Base “Saturno” es el lugar estratégico donde se reuniría “lo mejor de lo mejor”. El virus estaba programado para asesinar al casi 100% de la población; lo diseñó un genio resentido de la guerra Anti-Vida, alguien que nunca había pertenecido a ningún circulo y, sin embargo, era el único capaz de crear destrucción.

El día en que todos perdieron la conciencia, los tres ganadores de la rifa se encontraron dentro de las hermosas instalaciones de la base. Como todos, estaban confundidos, intentando mantener la calma a tantas preguntas y miradas de la gente. Finalmente se acercó una señora, en lo más alto de las instalaciones hizo sonar una campana.

—Bienvenidos a base “Saturno”, su hogar en este fin del mundo.

Uno de los tres ganadores de la rifa llevaba consigo su celular, un pequeño aparato que llevaría a la base a otra muerte. 

TROYA. VEINTE AÑOS ANTES DEL FIN.

—¿Qué es lo que acabas de hacer?

El señor Greel se alejó despacio de Los Venerables, no tenía intención alguna de llamar su atención después de haber asesinado a una de las suyas fuera del 31 de Octubre. Por supuesto, él nunca imaginaba que se sorprenderían con su muerte pues es una mortal; en ese momento no se tenía conocimiento de los Inmortales. Ellos pensaban que tal vez había sido un shock eléctrico producto del click.

No, no se trata de un shock; Topace Indie había muerto a causa de un virus. 

Topace Indie, conocida por ser una de las Inmortales más inteligentes y bellas. Su participación en la guerra Anti-Vida fue crucial para la victoria de su raza. Descendiente de una maldición, en el momento en que Topace tocó la tierra de Ámsterdam se condenó a un día de muerte para Los Inmortales; para algunos fue la bendición de desaparecer y para otros fue la oportunidad de ser los únicos.

Después de la guerra se concordó que cada uno de los sobrevivientes se separaría de su grupo, ella siempre se preguntó si podría vivir fuera del lugar donde siempre había pertenecido; fuera del hombre al que amaba y fuera de su hogar así que regresó a su hogar en Beverly Hills para intentar retomar una vida en donde su carrera como modelo por fin despegara.

Sin embargo, nunca contó con la participación de un encantador hombre llamado Alexander (en nombre clave), él se encargó de fotografiar a Topace en su portada en una de las revistas más importantes de moda. También se encargó de introducirla a “Los Venerables” con el pretexto de convertirse en la nueva reina de los genios. 

En su camino a conocer a los otros 12 Venerables, Alexander murió de una sobredosis y un reemplazo abordó el avión con ella. El hombre parecía un pingüino sacado de alguna caricatura, su rostro estaba cubierto por una media máscara y respiraba cada cinco segundos de manera tajante, como si el aire se fuera a acabar. En el momento en el que el señor se subió al avión, causó desconfianza en Topace, era como si se hubiera subido el hombre que sellaría su muerte como Inmortal.

Ahora Topace yacía en el suelo muerta el 16 de Mayo, ninguno de Los Venerables podía creer lo que estaba pasando; menos uno de ellos.

Se había muerto el amor de su vida.

El amor de la justicia.

El amor de Andrew.

BASE “MERCURIO”. TRES DÍAS DESPUÉS DEL FIN.

Los veinte habitantes de la base están esperando a la persona que asistirá su justicia. Formados en una hilera con la señora Yen y sus dos asistentes a cada lado, esperan a que la balanza termine de bajar, cada milímetro es un gesto nervioso de parte de alguno de los afortunados veinte. Corren rumores del estado en el que la tierra se encontraba. La verdad es que la tierra se encuentra peor de lo que imaginan: gente muerta, gente viva robando lo poco que queda, gases expulsados en cada milímetro de lo que recordamos. La tierra es un caos.

Finalmente la balanza cayó al suelo; Yen y sus asistentes suben la balanza a la repisa más alta y, con el rostro visiblemente ansioso, levantan el teléfono de la habitación. Al momento de levantarlo, se escucha cómo se abren las puertas de la habitación. Entra un hombre cuya aura desprende magia, su caminar es tan ligero que parece que vuela y se acerca hasta la luz para que los invitados puedan verlo.

—Bienvenidos a este show de magia. Después de hoy, diecisiete o menos sobrevivirán.

El hombre tiene los ojos claros cubiertos con sombra naranja, roja, café, negra en un aura de cambio; sus ojos cambian de color, su capa vuela, sus zapatos brillan incluso en la oscuridad y su elegancia lo hace parecer uno de los mejores magos en el mundo. ¿En realidad los haría desparecer? La respuesta es clara: el hombre podría parecer una escultura pero sus ojos reflejan dolor.

Hay solo una cosa clara, él, con dolor o sin dolor en los ojos, tiene la decisión de preservar a la humanidad y tiene que elegir a los mejores candidatos.