Monochrozmia: Pro-Colleague

⦿ PRO-COLLEAGUE

En efecto, mi mamá no había leído la carta.

Existen muchos tipos de madres, la mía vive sumida en la nostalgia de su infancia. Mi madre sólo quería verme siendo una muñeca  un ídolo que reviviera su apellido y su legado. Si no fui lo que ella quería, no fue por falta de ganas, o falta de sentidos, sino por falta de modernidad y de una mente más abierta en el universo.

Mi madre y yo somos víctimas de la falta de modernidad, esto nos llevó a ser personas adelantadas a nuestra época; personas que solo querían volar. Eso no impidió a mi mamá ser la mejor del universo, aunque cada 4 horas necesitaba encerrarse en sus 30 minutos de chica popular, y está bien. Yo la entiendo.

En este mismo momento, en el momento en el que decenas de personas son testigo de mi intento de suicidio en el mar, también fui testigo de mi renacer, del renacer de un brillo rosa en lo más profundo de mi pupila. De repente las cortinas rosas cobraban sentido. El vestido con el que mi madre ganó el número 1 en el concurso de ídolos ya tenía una silueta definida y un volumen más allá del tacto y sus lágrimas con reflejo de la luz que reflejan sus joyas rosas y falsas, ahora reflejaban mi alma, mi verdadera alma color rosa.

Como si se tratara de una superstición, mi madre corrió a su habitación y sacó un uniforme escolar:

-Podría quedarte un poco pequeño. Podrías enseñar tu secreto, pero quiero que veas lo hermosa que es tu figura.

Solamente podría imaginarme como una chica de anime que te encuentras en una aventura.

-Mamá... ¿no tienes unos moños?

En realidad no quería que mi madre me viera llorar, por primera vez me sentí una mujer, una persona bella. No bella, bellísima. Toda una Pro-Colleague.



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